«Cuanto más encuentros hay, más intercambios entre países se realizan, mejores son las relaciones individuales: colaboración solidaridad y compañerismo ya no son palabras vacías, sino la base para una mejor comprensión de los problemas humanos y para un acercamiento entre naciones.»
Dr. Vesely, 1932
Citado por Margareta Niculescu, «A nouveau… l’UNIMA»,
en UNIMA 2000, UNIMA, Charleville-Mézières, 2000, p.96
La Fundación
La idea de crear una organización internacional de titiriteros comienza a brotar en 1928, como continuación de la 2ª exposición de Marionetas y la reunión de Sindicatos Culturales para el Desarrollo de la Marioneta en Baden-Baden.
La historia de la UNIMA comienza en Praga (Checoslovaquia) el día 20 de Mayo 1929 con ocasión del 5º Congreso de Marionetistas Checos, evento donde fueron invitadas personalidades de Bulgaria, Francia, Yugoslavia, Alemania, Austria, Rumania y la Unión Soviética.
En una atmósfera amistosa, a propuesta del periodista y autor francés, Paul Jeanne, se crea la Unión Internacional de Titiriteros o UNIMA. Estableciendo su sede en Praga, es la primera asociación internacional de teatro en el mundo. UNIMA pasó de ser un pequeño grupo de amigos a convertirse en una organización mundial. Los primeros miembros de la UNIMA vienen del mundo titiritero, pero UNIMA no se limita a esta profesión; de hecho, la mitad de sus fundadores provienen de otras profesiones. El principio fundamental de la UNIMA era: el rechazo al corporativismo.
Desgraciadamente, los miembros no pudieron mantener por mucho tiempo la frecuencia de sus encuentros. Después de Praga, hubo una reunión en Paris, en 1929, posteriormente otra en Lieja en 1930. La última se celebró en Ljubljana, en 1933, antes del estallido de la segunda Guerra Mundial en 1939.
Sin embargo, la guerra no consiguió romper las relaciones establecidas entre los titiriteros, incluso si sus encuentros tenían que organizarse en secreto, recurriendo, en ocasiones, a los medios más insospechados. Las reuniones eran necesarias para mantener esos contactos vivos. Esta “prueba de fuego” sirvió como demostración del poder de la solidaridad que caracterizó los inicios de la historia de la UNIMA.
La renovación de posguerra
El mundo había cambiado mucho desde 1929 pero las tensiones internacionales entre los dos “bloques” no paraban de crecer. Entonces, vieron la necesidad de reactivar iniciativas internacionales y de reanudar el contacto entre Este y Oeste.
Es en 1957, una vez más impulsado por los checoslovacos, cuando tiene lugar el primer encuentro de la UNIMA después de la guerra. Durante la Semana de la marioneta europea en Braunschweig – ciudad de la República Federal de Alemania, ubicada en la frontera con la República Democrática de Alemania, el Checo Jan Malík, último Secretario General de la UNIMA antes de la guerra, organizó una serie de charlas sobre el resurgimiento de la asociación. Se convocó un congreso. Ese mismo año, en el 5º Congreso de Praga, se reactivaron las actividades de la UNIMA, bajo el impulso de artistas jóvenes con nuevas ideas e innovadores métodos de trabajo.
Diecisiete países estuvieron presentes en dicho congreso. En una época difícil, su diversidad demostró que la UNIMA es capaz de grandes logros: Estados Unidos, India, Indonesia, Mongolia, Corea del Norte (la Guerra de Corea de 1950-1953 era reciente), Vietnam (guerra de descolonización recién terminada en 1954).
En este contexto de Guerra Fría, la UNIMA se esforzó por aplicar principios democráticos de acuerdo con sus estatutos, sin perder nunca su carácter humanista y amistoso; y siendo siempre capaz de tomar decisiones importantes aunque, en ocasiones, no fuera fácil.
Gracias a la importante presencia de la UNIMA en los países del bloque soviético, se sintió la necesidad de crear un foro de discusión neutral y democrático así, los estatutos preveían la paridad de los representantes del Oeste y del Este en el Comité Ejecutivo.
Años 70-80, la UNIMA se moderniza
Durante los años sesenta, una nueva generación de miembros de la UNIMA actualizó las reglas de funcionamiento de la Unión. En 1969, La UNIMA se convierte en Unión Internacional de la Marioneta.
Nuevos estatutos permitían la creación de centros nacionales y de comisiones internacionales. Ambos se convirtieron en piezas clave para el desarrollo de las diferentes actividades de la UNIMA. Así, la UNIMA pasó de ser un grupo de amigos a una organización moderna y eficaz.
En 1972, el presidium se convirtió en comité ejecutivo y Henryk Jurkowski sustituyó a Jan Malík. Después de 40 años de presencia en Praga, la UNIMA cambió su sede por primera vez. La secretaría general se trasladó a Varsovia en Polonia, donde permaneció durante 8 años. Entonces, en 1980, la sede se mudó a Charleville-Mézières, en Francia, lugar ya famoso por su Festival Mundial de Teatros de Marionetas. Desde ese momento, esta ciudad no es sólo el lugar de acogida de la UNIMA, sino también el del Instituto Internacional de la Marioneta (IIM) y de la Escuela Nacional Superior de las Artes de la Marioneta (ESNAM). Allí, la Secretaría General lleva a cabo sus actividades y acoge regularmente visitantes del mundo entero.
Desde 1957, los congresos de la UNIMA se suceden, todos asociados a festivales internacionales importantes, guardando una alternancia entre países del Este y del Oeste. En 1980, El congreso tuvo lugar por la primera vez fuera de Europa, en Washington D.C., capital de los Estados Unidos.
En 1988 tuvo lugar el primer congreso en Asia en tres ciudades de Japón (Nagoya, Iida y Tokio).
Después se celebraron cuatros congreso en Europa, Ljubljana (1992), Budapest (1996), Magdeburg (2000) y Opatia-Rijeka (2004), seguidamente los congresos tienen lugar otra vez fuera de Europa, en Perth, Australia (2008) y Chengdu, China (2012).
Años 90-2000, los grandes proyectos
En 1992, el Congreso de Ljubljana, en Eslovenia, aprobó una renovación de los estatutos y mostró una fuerte voluntad por hacer de la UNIMA una asociación viva y atractiva para las nuevas generaciones de marionetistas y de aficionados.
Entre los proyectos está el de ayudar no solamente a aquellos que quieren aumentar sus conocimientos y sus competencias en el arte de la marioneta, sino también el de fomentar la colaboración en los nuevos campos de exploración, por ejemplo en los dominios de la educación, formación, enseñanza y terapia.
Desde los años 80, el número de Centros y de miembros de todos los continentes aumenta. Para servir mejor esos nuevos centros, nuevas comisiones territoriales se forman para Asia-Pacífico, África, América Latina (1988), América del Norte y Europa. Estas Comisiones se crean para facilitar la comunicación y la asunción de nuevas responsabilidades.
Una de las tareas más difíciles que la UNIMA decidió llevar a cabo, fue redactar y publicar la Enciclopedia Mundial del Arte de la Marioneta (WEPA), publicada en francés en el año 2009 y en proceso de traducción al inglés y el español. Con el apoyo de la UNESCO, la publicación de la «Encyclopédie Mondiale des Arts de la Marionnette» no era sólo la realización de un antiguo sueño de los fundadores de la UNIMA (el proyecto fue propuesto en los años 70), sino que también representa para todos los titiriteros y los miles de apasionados de teatro, una fuente única y una prueba de reconocimiento de la importancia de esta rama de las artes escénicas.
Beneficiándose del título de “Asociado oficial de la UNESCO (estatuto consultivo), la UNIMA ha sido encargada por la UNESCO a desarrollar los dosieres para la clasificación de obras maestras del patrimonio oral e inmaterial de la humanidad relativos a la marioneta.
El títere se encuentra en todos los géneros de las artes escénicas contemporáneas. En el teatro, cine, celebraciones, rituales, educación, como cualquier arte, es un medio de acercamiento entre la población y de lucha contra la intolerancia y la violencia.
La UNIMA es responsable no sólo de sus miembros, sino también de todos aquellos cuyas vidas fueron enriquecidas por el espíritu y la belleza de la marioneta. La asociación ha hecho un largo recorrido desde su creación y, en la actualidad, goza de un cierto prestigio en el mundo cultural.